’Y mi palabra es la Ley…’

Hace muchos años y sin conocerlo, el reconocido cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez describió muy aproximadamente las actuales actitudes de Andrés Manuel López Obrador, quien en estos días se ha involucrado en la defensa de las victorias de los candidatos de su partido, reiterando que tiene la mayoría simple en la Cámara de Diputados federal.
Asegura que con ello logrará la aprobación, entre otras cosas que le preocupan, del presupuesto para garantizar la vigencia de sus programas sociales, en particular la pensión universal para adultos mayores–lo que le garantiza el respaldo electoral de un amplio sector social–, pero confía en poder lograr los votos necesarios para lograr reformas constitucionales.
Para aprobar estas reformas se requiere la aprobación de la llamada mayoría calificada, de 332 diputados –dos terceras parte de los 500–, que actualmente carece la fracción de Morena y no alcanzar ni con la ayuda de sus aliados, los partidos Verde y del Trabajo.
En su mañanera de este jueves López Obrador puntualizó que presentará al Congreso de la Unión todas las iniciativas que considere necesarias para el país y advirtió: ’Dicen los adversarios que no tenemos la mayoría calificada y ya no habrá reformas constitucionales. Si son necesarias, voy presentar reformas constitucionales aun cuando no pasen o las rechacen’.
Y expresó su amenaza de chantaje político al subrayar que de no tener el apoyo necesario de los diputados de los otros partidos, entonces ’quedaría de manifiesto que no son representantes populares, aunque se hagan llamar representantes populares, son representantes de grupos de intereses creados’.
Según el presidente todas sus iniciativas deberían ser aprobadas, tal como ha instruido a sus legisladores, ’sin cambiarles ni una coma’, sin ser analizadas ni discutas. es decir para el son perfectas. Aquí entra José Alfredo Jiménez, quien en una estrofa de su canción ’El Rey’ afirma: ’con dinero o sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la Ley’.
Para ser más precisos y parafraseando al músico guanajuatense, a él se le ajustaría más la letra de la canción de esta forma: ’Con mayoría o sin mayoría, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley’. Quizá si lo hubiera conocido así lo habría escrito.
Es lo menos que se puede esperar de un jefe del Poder Ejecutivo quien se considera más allá de esa responsabilidad, donde en lugar de tener un trono debe conformarse con ocupar una silla presidencial, pero lo más importante es que sin ser un rey vive en un palacio, el Palacio Nacional, por supuesto.