Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Le expongo varias preguntas, para ver qué tan informado está de su diputado federal: ¿recuerda su nombre y al partido que pertenece?, ¿sigue con el que lo mismo que lo postuló o cambió de camiseta?; después de ser electo, ¿ya regresó a su distrito para conocer las demandas de sus representados?, ¿recuerda sí ha presentado alguna propuesta o iniciativa de ley?, ¿sabe de alguna otra actividad desarrollada, además de acudir a las sesiones en el pleno?
Si respondió afirmativamente a una o más de las anteriores interrogantes, mis felicitaciones, poque de acuerdo a sus respuestas estará en condiciones de respaldar o no su diputado en caso de pretender reelegirse en ese cargo de representación popular.
No es una pregunta ociosa, ya que hasta el pasado 16 de noviembre, un total de 424 de los 500 legisladores federales integrantes de la Cámara de Diputados, es decir, 84.8% se han registrado para buscar la reelección para el período 2024-2027. Entonces es altamente probable que el suyo esté en esa situación.
Incluso, sería más sencillo enlistar a quienes desean terminar su encargo para después dedicarse a otras actividades políticas, como son los casos del coordinador de Morena, Ignacio Mier, ni el de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, así como Carolina Viggiano, legisladora y secretaria general del PRI, ni el decano Augusto Gómez Villanueva.
Pero entre los dispuestos a ’sacrificarse’ otres tres años en la futura legislatura están, por supuesto destacados diputados como Marcela Guerra, presidenta de la Mesa Directiva, los líderes parlamentarios del PAN, Jorge Romero; del PRI, Rubén Moreira; del PVEM, Carlos Puente; del PRD, Luis E. Cházaro, y del PT, Alberto Anaya.
También se incluyen al presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno; el legislador petista y vocero de Claudia Sheinbaum, Gerardo Fernández Noroña; Antonio Pérez, padre del piloto Sergio ’Checo’ Pérez, y las panistas, Margarita Zavala y Mariana Gómez del Campo.
Entre los ’aspirantes’ morenistas se encuentran Leonel Godoy, Pablo Amílcar Sandoval, Sergio Gutiérrez Luna, Andrea Chávez, Karla Yuritzi Almazán, Laura Imelda Pérez, Guadalupe Chavira y Julio César Moreno; por los panistas están Jorge Triana, José Elías Lixa, Ana Teresa Aranda, Juan Carlos Romero Hicks, Gabriel Quadri, Héctor Saúl Téllez y María Elena Pérez.
Otros priistas son Ildefonso Guajardo, Blanca Alcalá, Ismael Hernández Deras, Cynthia López Castro, Paloma Sánchez y Brasil Acosta; por el PT. Alfredo Femat, Benjamín r Robles y Reginaldo Sandoval; por el Verde. Karen Castrejón, Marco Antonio Natale, Luis Armando Melgar y María del Carmen Pinete; por MC se incluyen a Julieta Mejía, Sergio Barrera y Zulema Adams; y por el PRD Marcelino Castañeda, Francisco Huacus, Elizabeth Pérez y Gabriela Sodi.
No debe olvidarse que de los 500 diputados, 200 son plurinominales, es decir quienes no hacen campaña sino se incluyen en las listas de candidatos de representación proporcional y, seguramente, gran número de ellos desearán estar en esa categoría para ni siquiera molestarse en hacer campaña ni comprometerse con los votantes de algún distrito electoral.
¿Recuerda las preguntas iniciales de esta columna? Vea cuántas fueron respondidas positivamente para ver si es el caso de su diputado, sin importar si continúa en el mismo partido o ’chapulineó’ a otro, que desea la reelección y merece que lo favorezca con su voto o, tal vez, decida mejor apoyar a otro, para ver si resulta mejor.
Pero también considere la posibilidad de que con su voto apoye a la pluralidad legislativa o respalde a un partido que decida legislar siguiendo los dictados emanados desde Palacio Nacional, convirtiéndose en una mera oficialía de partes, al no permitírseles cambiar ni una coma a las iniciativas, aunque no favorezcan a la población,
El mejor ejemplo sucedió recientemente, cuando a pesar de las demandas de la oposición, la mayoría de Morena rechazó establecer una partida para la reconstrucción de Acapulco y otros municipios guerrerenses por los daños causados por el huracán Otis.
Y es que con la emisión de un sufragio valorado y meditado se puede definir el mejor futuro de nuestra nación.