Encuestas, sin mucha confianza

Dentro del panorama político, tanto a nivel nacional como internacional, las encuestas no han resultado lo más acertado que debería esperarse, pues si bien en general han acertado en pronosticar al ganador, la verdad es que no han sido con los márgenes de amplitud esperados.
Uno de los principales argumentos en defensa de este tipo de análisis en el campo político, es que los resultados son comparables a una fotografía en un determinado momento por lo cual, posteriormente, pueden variar de forma sensible.
Tan solo en las últimas semanas se han registrado casos donde se ejemplifica las fallas en los pronósticos de resultados electorales. Por ejemplo, en el caso de las elecciones presidenciales en Brasil, donde el derechista Jair Bolsonaro aspiraba a la reelección para lo cual se enfrentaba con el izquierdista y exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva.
En la primera vuelta de las elecciones, un total de once candidatos se postularon como candidatos, el presidente en funciones recibió el 43.20% de los votos mientras que Lula, obtuvo el 48,43%, con lo cual ambos resultaron ser los protagonistas de la segunda vuelta ya que ninguno logró sumar más del 51%. En esta fase los finalistas se enfrentaron a un escenario político totalmente polarizado debido básicamente a sus divergencias ideológicas.
Precisamente, en esta fase, las encuestas le otorgaban una clara victoria, por arriba del 5% de votos de diferencia en favor del abanderado de ideología socialista. quien finalmente resultó ser el ganador, aunque apenas por una diferencia de 1.5%.
Aunque existía el riesgo de que el derechista no reconociera su derrota, finalmente aceptó los resultados, pero sin admitir claramente el triunfo de su adversario aceptó iniciar el proceso administrativo para el cambio de gobierno.
Otro ejemplo sucedió en las llamadas elecciones intermedios en Estados Unidos, donde se renovó totalmente la Cámara de Representantes –equivalente a la Cámara de Diputados en México–, y a una tercera parte de la Cámara de Senadores.
En este proceso electoral las encuestas anticipaban que los republicanos obtendrían no solamente una clara sino apabullante victoria sobre los demócratas, pero la realidad fue que los segundos mantuvieron el control de la Cámara Alta y los primeros se hicieron del control de la Cámara Baja al ganar 218 de sus candidatos por 212 de sus adversarios, es decir una mínima diferencia. Entonces la exactitud de las encuestas resultó fallida.
Ante ello, en el caso de nuestro país ya se realizan encuestas para las elecciones de gobernador en el Estado de México y de Coahuila, destacándose dos realizadas recientemente para anticipar quién sería el sucesor de Alfredo del Mazo Maza, mandatario mexiquense.
Ambos análisis se desarrollaron antes de que el pasado jueves se confirmara la decisión de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática de ratificar su alianza electoral para postular a un candidato o candidata común.
En la primera de ellas, difundida el 11 de noviembre por el periódico Reforma, se establecía que Delfina Gómez, presunta candidata de Morena, tendría el 38% de las preferencias ciudadanas, mientras que si Alejandra del Moral fuera la postulada por la alianza, apenas obtendría el 22%, es decir una diferencia de 16 puntos. En tercer sitio se ubicaría a Juan Zepeda, quien como abanderado del partido Movimiento Ciudadano, apenas sumaría el 10% de los votos
En cambio, en la encuesta divulgada por el periódico El Financiero el pasado 15 de noviembre, se revela que el 46% de las preferencias ciudadanas seria en favor de la coalición de PAN-PRI-PRD, mientras que Morena y sus aliados sumarían 43%. Según sus investigaciones, sería la primera vez que desde junio pasado cuando la alianza opositora se colocaría por arriba de Morena.
Lo interesante será esperar a que se confirme a Del Moral Vela como la abanderada de la alianza o, en dado caso, el diputado local panista Enrique Vargas del Villar, para levantarse nuevas encuestas y conocer la posible intención del voto ciudadano, para saber las nuevas tendencias o, como se mencionaba antes, cual ’sería’ la nueva ’fotografía’ del momento.
Probablemente volverían a registrarse resultados contradictorios, donde los aspirantes más fuertes tendrían diferentes valoraciones, lo cual indiscutiblemente provocará reacciones de todo tipo en el panorama político mexiquense.
Pero no serían las ’última fotografías’ de los presuntos resultados electorales, ya que se deberán esperar, primero, las confirmaciones de los diferentes candidatos y, segundo, la forma en que desarrollen sus correspondientes campañas proselitistas para conocer como evolucionaría la intención del voto ciudadano.
Sin embargo, será una vez que los votantes acudan a las urnas el primer domingo de junio de 2023 cuando se conozca el resultado final, para ver si en esta ocasión las encuestas resultaron acertadas o no y en qué porcentaje