Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Al interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se registra una crisis que, de no atenderse y resolverse lo más pronto posible, puede dar lugar a problemas políticos debido a las impugnaciones a diferentes procesos electorales realizados el pasado 6 de junio, entre ellas a las relativas a las de gobernador en Michoacán y Guerrero.
Sucede que tras una serie de desencuentros entre los integrantes del citado Tribunal, su presidente, José Luis Vargas Valdez, el miércoles sesionaron cinco de sus siete magistrados donde por su voto unánime se le destituyó y se nombró en su lugar a Reyes Rodríguez.
Por supuesto Vargas Valdez desconoció esta decisión y anunció que acudirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para iniciar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, con el propósito de que esa instancia determine si su remoción es legalmente procedente o no.
Aunque el presidente destituido convocó para el jueves a una sesión privada entre todos los magistrados para debatir acerca de su situación, seguramente no habrá cambios de opinión y los inconformes mantendrán su postura de desconocerlo.
Más allá de quién deberá ser reconocido como titular del TEPJF, el problema es que si las decisiones que tome el grupo disidente acerca de las impugnaciones para elecciones de gobernador y de diputados federales serán legalmente admitidas o podrán ser cuestionadas, ya que los afectados podrían argumentar falta de validez de sus resoluciones.
Entonces tanto casos de los presuntamente gobernadores como diputados federales electos, además de otros asuntos del ámbito estatal que lleguen a su conocimiento, podrían quedar en duda y las partes en disputa podría presentarse y demandar el reconocimiento como los funcionarios públicos en funciones.
Incluso hasta los partidos políticos que no lograron los votos suficientes para alcanzar sus registros, podrían aprovechar esta situación para lograr su reconocimiento oficial.
Entonces, de no existir un acuerdo al interior del TEPJF se deberá esperar a la resolución definitiva de la SCJN, misma que debería emitirse lo más pronto posible para evitar una crisis política en el ámbito político electoral..
Lo deseable es que Vargas Valdez admita su destitución y enfrente la acusación en su contra por enriquecimiento ilícito, lo cual sin duda afecta su actuación como titular del citado tribunal, aunque puede anticiparse que se defenderá hasta las últimas consecuencias.