Acusaciones infundadas

Debido a que la iniciativa de reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados para tener la categoría de reforma constitucional, existió una gran molestia no solo en el inquilino de Palacio Nacional, también en la fracción legislativa de Morena.
Debe recordarse que esa iniciativa tuvo 275 votos a favor, 223 en contra y cero abstenciones, pero para superar la aduana de la cámara baja le faltaron a Morena y a sus aliados 57 votos, pero en el remoto caso de que hubiera logrado esa cifra y alcanzara la citada mayoría calificada, aún tenía pendiente ser aprobada en la Cámara de Senadores, donde la oposición integrada por el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, había advertido que de ninguna forma se aprobaría la iniciativa.
La molestia no se limitó al domingo 17, después tanto los diputados de Morena, liderados por Ignacio Mier, Mario Delgado y Citlalli Hernández, presidente nacional y secretaria general de ese partido, empezaron a promover los llamados ’tendederos’ con fotos y datos de los 223 diputados que votaron en contra acusándolos, además, de ser ’traidores de la patria’.
Ese calificativo ha sido reiteradamente utilizado por López Obrador para impugnar a quienes no piensan como él ni están de acuerdo con sus ideas y propuestas, sumándose a su lista de adjetivos para sus enemigos, como ’neoliberales’, ’conservadores’, ’enemigos del país’, ’a las órdenes de los extranjeros’, ’servidores de los empresarios’, entre los más usados.
Pero en lugar de actuar como el presidente de todos los mexicanos, y tener una actitud imparcial y objetiva, expresó: ’Las cosas hay que llamarlas por su nombre, ya basta de hipocresía de acuerdos en lo oscurito, las élites en los restaurantes de lujo y que la gente no sepa cuando se trata del bienestar del pueblo (..) ahora hay un auténtico estado de derecho y si son representantes populares, ¿por qué no se va a saber lo que hace o cómo votaron?’
Incluso lanzó una velada amenaza al expresar que el delito de ’traición a la patria’ está incluido en el artículo 123 del Código Penal, donde se establece que la sanción a quien la cometa será de cinco a cuarenta años de prisión, así como una multa hasta de 50 mil pesos, aunque ello constituye una violación al artículo 61 constitucional, donde se establece que los legisladores son ’inviolables’ en el ejercicio de la su libertad y ’jamás podrán ser reconvenidos’.
Mientras Claudia Sheinbaum secundó la propuesta de la dirigencia de Morena, Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, expresó su desacuerdo con esta estrategia porque dijo que no es conveniente profundizar el odio ni el encono.
Por supuesto que seguidores de Morena respondieron a ese ’llamado’. Por ejemplo, las casas de enlace y oficinas de cuatro diputados federales del PAN de Guanajuato fueron atacadas por presuntos simpatizantes de Morena, quienes las tapizaron con cartulinas con la palabra escrita ’Traidor’. Incluso, uno dijo que lo hacían para ’que los políticos entiendan que el pueblo debe ser escuchado y que si no hacen algo bien, van a ser señalados, que ya no se sientan intocables. Obedecen a intereses económicos, estamos hartos de esas prácticas’.
Incluso el domingo 24 de abril al clausurar el llamado Festival por la Soberanía Nacional, realizado en la Alameda Central capitalina Mario Delgado, líder de Morena, anunció que promoverán otra consulta popular, para que el pueblo decida si denuncian o no ’por traición a la patria’ a los 223 diputados que votaron en contra de la reforma eléctrica.
Por su parte Marko Cortés, presidente nacional del PAN responsabilizó a López Obrador y a Delgado de ’cualquier acto, agresión o atentado’ contra sus legisladores, ’por la peligrosa campaña de odio y violencia que han iniciado en su contra’ la cual, agregó, es una muestra más de la autocracia ’donde no solo no se respeta la libertad y el derecho a disentir, sino se busca reprimir amedrentando, persiguiendo y hostigando a los legisladores de oposición’.
Además, legisladores de la coalición Va por México a través de una carta entregada personalmente a Guillermo Fernández Maldonado Castro, representante de México de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a quien solicitaron la intervención de ese órgano para que cesen esos ’ataques de odio’
Incluso abogados expresaron su opinión, entre ellos el constitucionalista Francisco Burgoa quien expresó que si bien, a nivel federal no está tipificado el delito de odio, ’los señalamientos de ser ´traidores a la patria´ sí pudieran configurarse en otros flagelos tipificados como lo son la apología del delito o en su caso violencia verbal y psicológica’.
Señaló que sin duda los diputados pueden argumentar en sus denuncias que estos señalamientos se configuran en violencia verbal y psicológica, ’que les está causando agravios, afectaciones en su persona, en su salud mental y en su salud psicológica’.
Lamentablemente ni el presidente ni la dirigencia ni diputados de Morena van a frenar esta campaña de odio, lo cual de ninguna forma es benéfico para la democracia o la política mexicana, y a pesar de que López Obrador insista en que no es rencoroso, con sus dichos y acciones demuestra lo contrario y, por lo tanto, resultará inevitable que no solo se mantengas sino además se incrementen estas negativas acciones contra sus opositores.